DOMINGO:17-11-2013.- RUTA:OVIÑANA-CABO VIDIO A NOVELLANA

Oviñana (Ouviñana) es una parroquia del concejo de Cudillero, en el Principado de Asturias. Está situada en la zona centro-norte del concejo. Limita al noroeste, norte y noreste con el mar Cantábrico; al este, con la parroquia de San Martín de Luiña; y al sur y suroeste, con la de Soto de Luiña.

Uno de los símbolos de Oviñana es el faro de Vidio, ubicado sobre el cabo del mismo nombre, y rodeado de acantilados que rondan los 100 metros de altura.

El concejo de Cudillero, ubicado en la costa centro occidental de Asturias, posee una amplia fachada marítima en la que se cobijan calas rocosas, playas de fina arena y excepcionales acantilados. Y el interior se viste con verdes y frondosos valles abrigados por la zona montañosa habitada por las brañas vaqueiras.

San Martín de Luiña, Oviñana, Novellana, Ballota, Lamuño, Salamir, San Cosme o Piñera son algunos de los núcleos de población del concejo, encabezados por la villa de Cudillero, en la que predomina la actividad pesquera; en el resto del concejo la ganadería y la agricultura son las actividades más importantes. Tres culturas diferenciadas convivieron en el concejo: los pixuetos, pobladores de la villa capital dedicados a la pesca; los marinuetos, agricultores y pequeños comerciantes, y los vaqueiros de alzada, dedicados a la ganadería trashumante y a la arriería.

Cabo Vidio es uno de los accidentes geográficos más célebres del Principado de Asturias. Espacio accidentado, situado en la parroquia de Oviñana, muy cercano a Cudillero, desde él, la vista del litoral occidental asturiano es única y excepcional. En días claros, sobre sus impresionantes acantilados de cerca de 80 m. de altitud sobre el nivel del mar, la vista abarca desde el cabo Busto, al oeste, hasta el cabo Peñas, al este.

El panorama es sobrecogedor. El Faro Vidio es el último construido en Asturias y uno de los más modernos de España. Levantado entre 1948 y 1950, fue necesario que Cudillero y sus concejos cercanos pagaran un alto precio en naufragios y muertos para que las autoridades decidieran la edificación de este emblemático edificio que, hoy en día funciona de forma automática. Bajo el cabo, la acción del oleaje ha tallado una cueva, conocida como La Iglesiona, aunque sólo se puede acceder a ella en bajamar. Desde el mirador, la vista es privilegiada. Entrantes y salientes en los acantilados de aspecto fiero dan vida a salvajes calas de aspecto virgen y difícil acceso.

El plano focal lo tiene a una altura de 76 m sobre el nivel medio del mar y 10 m sobre el terreno. La señal luminosa emite 4 destellos cada 20 segundos, con un alcance de 35,8 millas con buen tiempo y 16 millas con bruma. Hoy en día es accionado automáticamente y de manera remota por los técnicos de señales marítimas. Los fareros son una profesión en extinción, muchos de los faros de España ya no son habitados por el farero y su familia como venia sucediendo hasta hace no pocos años.

Hacia el E. del faro, sobresale un promontorio llamado El Beirón, acercándonos a él, vemos por su lado derecho (hacia el E.) a nuestros pies, la playa de San Cidiello. Mirando hacia el faro, la playa de Gradas.

Volviendo al faro, tenemos una visión del tramo de costa que vamos a recorrer. La primera playa que nos encontramos, es la de Peñadoiro, tiene un acceso muy fácil y es con la de La Cueva las más visitadas por los bañistas.

Después de la playa de La Cueva, la siguiente, es la de Vivigo y aquí empiezan los problemas. Si tenemos la suerte de que la marea esté baja la solución es bajar el acantilado y pasar hacia el oeste, comunicando con la de Vallinas.

Al recorrer la rasa costera, nos encontramos (con más frecuencia de la que deseamos) pequeñas corrientes fluviales que son perpendiculares a la línea de costa y son unos obstáculos infranqueables debido a la vegetación (piornos, cotolla, felechu y zarzas que hacen casi imposible el paso).

Para llegar a la playa de Vivigo, hay que descender por otro valle con el río éste, de más entidad y en él nos encontramos dos molinos, uno de ellos en el mismo borde de la mar, el de Pulido en la desembocadura y con su porquería correspondiente, el anterior es el de Pundencio.

Ahora tenemos que cruzar hacia el extremo oeste la Playa de Vallinas, solo es posible si la marea está baja. Subimos nuevamente el acantilado para pasar por la playa de Gancedo.

Para llegar a Novellana, solo queda cruzar por la loma que pasa sobre la Playa de Los Negros, aparentemente un paseo, pero al llegar a la mitad el paso es imposible por culpa de la vegetación así que no queda otro remedio que salir al pueblo de Albuerne y seguir caminando hacia Novellana, donde vamos terminar esta senda costera.

Novellana, fue declarado pueblo ejemplar de Asturias en 1992, destaca la iglesia del siglo XII.



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