La Sierra de Vllabandín, es un conjunto montañoso desprendido al sur de la divisoria cantábrica. Su entronque separa las cabeceras del Sil y el Luna, o lo que es lo mismo, las comarcas de Laciana y Babia, haciendo divisoria natural con Las Omañas hacia los llanos de León. Zona bastante olvidada sin poblaciones importantes y con unas carreteras espantosas, es una de las zonas de montaña más solitarias de España. Esta Sierra está formada por una cadena montañosa con valles profundos y laderas extensas donde prospera el matorral, especialmente brezo y escobas, sobre los robles de la zona baja.
Esta cadena de montañas que, desde Pico Churros (1.991m) hasta pico Valgrán (2.081m), discurre de Saliente a Poniente con alturas superiores a los 2.000 metros. Sus cumbres más representativas son Pico Penouta (2.099m) y Pico La Cañada (2.154m).
Varios pueblos se pueden elegir como punto de partida para estas ascensiones: Riolago, Abelgas, Salce y Villabandín.
Salimos desde Riolago (1.240m), situado a casi dos kilómetros de Huergas, y en el que podemos contemplar o bien al principio o a la vuelta de la ruta, el Palacio de los Condes de Luna. Arranca una pista hacia el sur que, siguiendo paralela al arroyo y por su orilla izquierda, nos lleva al Refugio o Cabaña llamada Casa de la Braña (1.465m), cuya cubierta es de tejas. Desde aquí se ve el espectacular Rabinalto (2.114m), más a la izquierda La Cañada. Por encima de la braña el río se bifurca; por el curso de nuestra derecha llegamos a la Braña de las Veigas (1.631m), cubierta de losetas. Los últimos prados son Los Teijos y, por encima de éstos, se encuentra una pequeña peña de caliza denominada El Cuérravo. El Pico La Cañada – para los de Riolago es el Alto de Fontarente – ya se ve próximo y hacia él nos dirigimos, ascendiendo por su ladera sur siguiendo el arroyo de las Veigas.
Si antes de la Casa de la Braña nos desviamos hacia la izquierda, bordeando el Alto de Penairón (1.962m) y siguiendo el curso de un arroyo, llegamos al lago Bustagil (1.710m).Para subir al Pico Penouta desde Riolago lo mejor es en la Casa de la Braña continuar el curso del arroyo de la Señal –el de nuestra izquierda – hasta la laguna del Chao (1.750m), y desde aquí subir en dirección sureste hasta ganar el cordal principal; continuando por él hacia el noreste se llega a la cumbre del Penouta, donde hay un gran montón de piedras.
Para alcanzar el Pico La Cañada se crestea hacia el Poniente la divisoria entre las cuencas del Omaña y Luna, dejando a la derecha la laguna del Chao, en la cimera del valle de Riolago.
Desde la cumbre de La Cañada, donde se halla un vértice geodésico, en un día despejado, se puede disfrutar de unas vistas inmejorables sobre toda Babia, Peña Ubiña, los Puertos de Leitariegos, Somiedo, Ventana, etc.
Para descender de La Cañada, se continúa cresteando al noreste hasta el Pico la Ferrera. Aquí se gira a la izquierda y se baja por la loma hasta una collada, por la vaguada derecha, derivando a la izquierda para llegar al Lago del Chao. Se sigue su desagüe hasta la Laguna del Lago y luego el juvenil Arroyo de Riolago hasta alcanzar el valle principal y la pista que, tomada a la derecha conduce de vuelta a Riolago.
Riolago de Babia, este recóndito pueblo alberga bonitos caserones y palacios de piedra testigos de un antiguo esplendor ya perdido en la lejanía de los siglos…. De Riolago a Huergas de Babia iremos por carretera donde nos espera el autocar.
AVISOS:
· La Junta Directiva se exime de cualquier responsabilidad ante excursionista y subsidiarios de los mismos, que participen en sus actividades sin Licencia Federativa. Advirtiendo que estos actúan bajo su responsabilidad.
· Las reservas se realizaran hasta el viernes a las 13:30 horas en los siguientes teléfonos; Florentino (985601915) y Avelino (985 602443).
· Se pone en conocimiento de los socios que, después del miércoles se dará opción a los no socios para hacer su reserva.
· Se recogerán avisos, tanto para apuntarse como para efectuar cancelaciones hasta el viernes a las 13 horas, por consiguiente, pasado ese día y esa hora los que estuviesen apuntados, y no fueran deberán de abonar el viaje.
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