Esta, es una de las rutas más atractivas y recomendables de Villaviciosa, asentada en un tramo de gran belleza con los vestigios de la llamada 'cultura del pan' en torno a lo que fuera una intensa actividad molinera, extinguida hace más de medio siglo. Hasta 22 molinos de agua -en distinto estado de conservación- se contabilizan en siete kilómetros, cobijados por el bosque de ribera.
La visita a la ruta de los molinos del Río Profundu la iniciamos desde el barrio de Valbúcar (Amandi) para ir remontando el río hasta el barrio de Buslaz (Breceña).
Desde Valbúcar, y poco antes de llegar junto a la entrada a la finca de La Vega, tomaremos un sendero que parte de la misma carretera. Pero antes de iniciar este recorrido podemos acercarnos hasta el puente de la carretera, desde donde se pueden ver los restos del Molín de Peña, del que sólo queda su arco. Por este tramo inicial, iremos bordeando toda la finca de la Vega, y cuando la senda nos lleve de nuevo junto al cauce del río, podremos ver, desde lejos, el segundo de los molinos: el Molín de Griselda.
Siempre con el cauce del río a nuestro lado, iremos acercándonos a los barrios de Les Veges y Villaverde, ambos en la parroquia de Fuentes, donde se encuentra el Molín de Villaverde.
Dejando atrás Villaverde, seguiremos por la carretera, hasta llegar a una portilla negra. Aquí nos desviaremos y seguiremos remontando el curso del río hasta llegar al Molín del Profundu, del que sólo quedan sus cuatro muros. Siguiendo la senda, se van viendo los restos del Molín de Trabanco, único en toda la ruta que contaba con vivienda, y el Molín del Pitu, que, al igual que el anterior, contaba con dos molares y se encuentra situado en medio de una alameda y junto a un pequeño afluente conocido como “Riega la Reina”.
Tras dejar estos molinos, pertenecientes a Lugás, continuaremos junto al río hasta llegar a la parroquia de Coru, llegamos a los restos del Molín de José Xico, por cuya parte superior pasaremos, y desde donde podemos ver los restos de su maquinaria, empleada en los últimos años de funcionamiento, para producir electricidad.
Por una amplia senda, se llega al Molín de Perea, situado a pocos metros del anterior. Tras dejar atrás estos últimos molinos, se pasa por una zona de prados, en esta zona de pastos se encontraba uno de los molinos que en la actualidad han desaparecido: el Molín de Pachón.
Después de atravesar estos pastos, hay a otra zona de bosque, donde se va viendo las ruinas de los molinos de Perniles y d´Arriba. Tras visitar este último, y siempre con el río a nuestra derecha, unos metros más arriba se cruza el cauce fluvial por una pasarela de hormigón que nos llevará a una pista forestal y a la entrada de una segunda zona de prados o de vega. En este punto, tomaremos la pista hacia la izquierda y se irá bordeando esta vega, conocida como “La Prunacea”, desde donde se ve buena parte del valle por donde baja el río.
Más adelante en una bifurcación, se debe tomar el sendero de la derecha que nos llevará junto al cauce del río y a los restos del Molín de Pascual. Con la visita a este molino, se inicia también la visita a los molinos pertenecientes a la parroquia de Breceña.
Desde aquí, por un tramo llano que discurre en parte por la antigua canal del Molín de Pascual se llega a una nueva bifurcación donde podremos ver los restos del Molín de Lalón, junto al que discurre otro afluente del río: la Riega del Espinadal. Tras ver los restos de éste molín, y ante un gran castaño, una senda ascendente llega al Molín de la Ullina, se levanta sobre un bancal de piedra natural y sobre el mismo cauce del río.
Tras subir, por unas toscas escaleras que nos llevan a la canal por la que se abastecía, pasaremos por un bosque de álamos hasta el singular escenario del Molín de la Peña y su cascada. Tras visitar el molino y contemplar el gran salto de agua, se continúa por la senda que sube por la margen izquierda de la cascada para, cuando se llegue al alto, continuar por la senda que lleva nuevamente junto al cauce del río, y muy cerca del Molín del Esprón.
Desde aquí, y después de atravesar una nueva zona de pastos, se encuentra otra zona de bosque en el que se van viendo los molinos de Rea, Peruya, Rosicu y d´Arriba, con muy poca distancia entre ellos. El Molín d´Arriba es el que en mejor estado de conservación se encuentra de toda la ruta, junto con el Molín de la Peña, restaurado parcialmente en 1997 por el Ayuntamiento de Villaviciosa.
Desde el Molín d´Arriba, al que se accede tras cruzar el río por una gran losa de piedra, seguiremos remontando unos metros el río, hasta llegar a una pista que nos llevará, tras una ascensión de un kilómetro, a la localidad de Buslaz, donde todavía se pueden contemplar algunas manifestaciones de arquitectura popular como un hórreo, estilo Villaviciosa, que se encuentra al llegar.
Esta, es una de las rutas más atractivas y recomendables de Villaviciosa, asentada en un tramo de gran belleza con los vestigios de la llamada 'cultura del pan' en torno a lo que fuera una intensa actividad molinera, extinguida hace más de medio siglo. Hasta 22 molinos de agua -en distinto estado de conservación- se contabilizan en siete kilómetros, cobijados por el bosque de ribera.
La visita a la ruta de los molinos del Río Profundu la iniciamos desde el barrio de Valbúcar (Amandi) para ir remontando el río hasta el barrio de Buslaz (Breceña).
Desde Valbúcar, y poco antes de llegar junto a la entrada a la finca de La Vega, tomaremos un sendero que parte de la misma carretera. Pero antes de iniciar este recorrido podemos acercarnos hasta el puente de la carretera, desde donde se pueden ver los restos del Molín de Peña, del que sólo queda su arco. Por este tramo inicial, iremos bordeando toda la finca de la Vega, y cuando la senda nos lleve de nuevo junto al cauce del río, podremos ver, desde lejos, el segundo de los molinos: el Molín de Griselda.
Siempre con el cauce del río a nuestro lado, iremos acercándonos a los barrios de Les Veges y Villaverde, ambos en la parroquia de Fuentes, donde se encuentra el Molín de Villaverde.
Dejando atrás Villaverde, seguiremos por la carretera, hasta llegar a una portilla negra. Aquí nos desviaremos y seguiremos remontando el curso del río hasta llegar al Molín del Profundu, del que sólo quedan sus cuatro muros. Siguiendo la senda, se van viendo los restos del Molín de Trabanco, único en toda la ruta que contaba con vivienda, y el Molín del Pitu, que, al igual que el anterior, contaba con dos molares y se encuentra situado en medio de una alameda y junto a un pequeño afluente conocido como “Riega la Reina”.
Tras dejar estos molinos, pertenecientes a Lugás, continuaremos junto al río hasta llegar a la parroquia de Coru, llegamos a los restos del Molín de José Xico, por cuya parte superior pasaremos, y desde donde podemos ver los restos de su maquinaria, empleada en los últimos años de funcionamiento, para producir electricidad.
Por una amplia senda, se llega al Molín de Perea, situado a pocos metros del anterior. Tras dejar atrás estos últimos molinos, se pasa por una zona de prados, en esta zona de pastos se encontraba uno de los molinos que en la actualidad han desaparecido: el Molín de Pachón.
Después de atravesar estos pastos, hay a otra zona de bosque, donde se va viendo las ruinas de los molinos de Perniles y d´Arriba. Tras visitar este último, y siempre con el río a nuestra derecha, unos metros más arriba se cruza el cauce fluvial por una pasarela de hormigón que nos llevará a una pista forestal y a la entrada de una segunda zona de prados o de vega. En este punto, tomaremos la pista hacia la izquierda y se irá bordeando esta vega, conocida como “La Prunacea”, desde donde se ve buena parte del valle por donde baja el río.
Más adelante en una bifurcación, se debe tomar el sendero de la derecha que nos llevará junto al cauce del río y a los restos del Molín de Pascual. Con la visita a este molino, se inicia también la visita a los molinos pertenecientes a la parroquia de Breceña.
Desde aquí, por un tramo llano que discurre en parte por la antigua canal del Molín de Pascual se llega a una nueva bifurcación donde podremos ver los restos del Molín de Lalón, junto al que discurre otro afluente del río: la Riega del Espinadal. Tras ver los restos de éste molín, y ante un gran castaño, una senda ascendente llega al Molín de la Ullina, se levanta sobre un bancal de piedra natural y sobre el mismo cauce del río.
Tras subir, por unas toscas escaleras que nos llevan a la canal por la que se abastecía, pasaremos por un bosque de álamos hasta el singular escenario del Molín de la Peña y su cascada. Tras visitar el molino y contemplar el gran salto de agua, se continúa por la senda que sube por la margen izquierda de la cascada para, cuando se llegue al alto, continuar por la senda que lleva nuevamente junto al cauce del río, y muy cerca del Molín del Esprón.
Desde aquí, y después de atravesar una nueva zona de pastos, se encuentra otra zona de bosque en el que se van viendo los molinos de Rea, Peruya, Rosicu y d´Arriba, con muy poca distancia entre ellos. El Molín d´Arriba es el que en mejor estado de conservación se encuentra de toda la ruta, junto con el Molín de la Peña, restaurado parcialmente en 1997 por el Ayuntamiento de Villaviciosa.
Desde el Molín d´Arriba, al que se accede tras cruzar el río por una gran losa de piedra, seguiremos remontando unos metros el río, hasta llegar a una pista que nos llevará, tras una ascensión de un kilómetro, a la localidad de Buslaz, donde todavía se pueden contemplar algunas manifestaciones de arquitectura popular como un hórreo, estilo Villaviciosa, que se encuentra al llegar.
AVISOS:
La Junta Directiva se exime de cualquier responsabilidad ante excursionista y subsidiarios de los mismos, que participen en sus actividades sin Licencia Federativa. Advirtiendo que estos actúan bajo su responsabilidad.
Las reservas se realizaran hasta el viernes a las 13:30 horas en los siguientes teléfonos; Florentino (985601915), Avelino (985 602443) y José Ramón (667311218)
Se pone en conocimiento de los socios que, después del miércoles se dará opción a los no socios para hacer su reserva.
Se recogerán avisos, tanto para apuntarse como para efectuar cancelaciones hasta el viernes a las 13 horas, por consiguiente, pasado ese día y esa hora los que estuviesen apuntados, y no fueran deberán de abonar el viaje.
Se recomienda por parte de la Federación y de esta Junta Directiva, no arrojar basura, ni papeles, ni nada que contamine el Medio Ambiente, allá por donde pasamos o comamos. socios para hacer su reserva.
Se recogerán avisos, tanto para apuntarse como para efectuar cancelaciones hasta el viernes a las 13 horas, por consiguiente, pasado ese día y esa hora los que estuviesen apuntados, y no fueran deberán de abonar el viaje.
Se recomienda por parte de la Federación y de esta Junta Directiva, no arrojar basura, ni papeles, ni nada que contamine el Medio Ambiente, allá por donde pasamos o comamos.
La visita a la ruta de los molinos del Río Profundu la iniciamos desde el barrio de Valbúcar (Amandi) para ir remontando el río hasta el barrio de Buslaz (Breceña).
Desde Valbúcar, y poco antes de llegar junto a la entrada a la finca de La Vega, tomaremos un sendero que parte de la misma carretera. Pero antes de iniciar este recorrido podemos acercarnos hasta el puente de la carretera, desde donde se pueden ver los restos del Molín de Peña, del que sólo queda su arco. Por este tramo inicial, iremos bordeando toda la finca de la Vega, y cuando la senda nos lleve de nuevo junto al cauce del río, podremos ver, desde lejos, el segundo de los molinos: el Molín de Griselda.
Siempre con el cauce del río a nuestro lado, iremos acercándonos a los barrios de Les Veges y Villaverde, ambos en la parroquia de Fuentes, donde se encuentra el Molín de Villaverde.
Dejando atrás Villaverde, seguiremos por la carretera, hasta llegar a una portilla negra. Aquí nos desviaremos y seguiremos remontando el curso del río hasta llegar al Molín del Profundu, del que sólo quedan sus cuatro muros. Siguiendo la senda, se van viendo los restos del Molín de Trabanco, único en toda la ruta que contaba con vivienda, y el Molín del Pitu, que, al igual que el anterior, contaba con dos molares y se encuentra situado en medio de una alameda y junto a un pequeño afluente conocido como “Riega la Reina”.
Tras dejar estos molinos, pertenecientes a Lugás, continuaremos junto al río hasta llegar a la parroquia de Coru, llegamos a los restos del Molín de José Xico, por cuya parte superior pasaremos, y desde donde podemos ver los restos de su maquinaria, empleada en los últimos años de funcionamiento, para producir electricidad.
Por una amplia senda, se llega al Molín de Perea, situado a pocos metros del anterior. Tras dejar atrás estos últimos molinos, se pasa por una zona de prados, en esta zona de pastos se encontraba uno de los molinos que en la actualidad han desaparecido: el Molín de Pachón.
Después de atravesar estos pastos, hay a otra zona de bosque, donde se va viendo las ruinas de los molinos de Perniles y d´Arriba. Tras visitar este último, y siempre con el río a nuestra derecha, unos metros más arriba se cruza el cauce fluvial por una pasarela de hormigón que nos llevará a una pista forestal y a la entrada de una segunda zona de prados o de vega. En este punto, tomaremos la pista hacia la izquierda y se irá bordeando esta vega, conocida como “La Prunacea”, desde donde se ve buena parte del valle por donde baja el río.
Más adelante en una bifurcación, se debe tomar el sendero de la derecha que nos llevará junto al cauce del río y a los restos del Molín de Pascual. Con la visita a este molino, se inicia también la visita a los molinos pertenecientes a la parroquia de Breceña.
Desde aquí, por un tramo llano que discurre en parte por la antigua canal del Molín de Pascual se llega a una nueva bifurcación donde podremos ver los restos del Molín de Lalón, junto al que discurre otro afluente del río: la Riega del Espinadal. Tras ver los restos de éste molín, y ante un gran castaño, una senda ascendente llega al Molín de la Ullina, se levanta sobre un bancal de piedra natural y sobre el mismo cauce del río.
Tras subir, por unas toscas escaleras que nos llevan a la canal por la que se abastecía, pasaremos por un bosque de álamos hasta el singular escenario del Molín de la Peña y su cascada. Tras visitar el molino y contemplar el gran salto de agua, se continúa por la senda que sube por la margen izquierda de la cascada para, cuando se llegue al alto, continuar por la senda que lleva nuevamente junto al cauce del río, y muy cerca del Molín del Esprón.
Desde aquí, y después de atravesar una nueva zona de pastos, se encuentra otra zona de bosque en el que se van viendo los molinos de Rea, Peruya, Rosicu y d´Arriba, con muy poca distancia entre ellos. El Molín d´Arriba es el que en mejor estado de conservación se encuentra de toda la ruta, junto con el Molín de la Peña, restaurado parcialmente en 1997 por el Ayuntamiento de Villaviciosa.
Desde el Molín d´Arriba, al que se accede tras cruzar el río por una gran losa de piedra, seguiremos remontando unos metros el río, hasta llegar a una pista que nos llevará, tras una ascensión de un kilómetro, a la localidad de Buslaz, donde todavía se pueden contemplar algunas manifestaciones de arquitectura popular como un hórreo, estilo Villaviciosa, que se encuentra al llegar.
AVISOS:
La Junta Directiva se exime de cualquier responsabilidad ante excursionista y subsidiarios de los mismos, que participen en sus actividades sin Licencia Federativa. Advirtiendo que estos actúan bajo su responsabilidad.
Las reservas se realizaran hasta el viernes a las 13:30 horas en los siguientes teléfonos; Florentino (985601915), Avelino (985 602443) y José Ramón (667311218)
Se pone en conocimiento de los socios que, después del miércoles se dará opción a los no socios para hacer su reserva.
Se recogerán avisos, tanto para apuntarse como para efectuar cancelaciones hasta el viernes a las 13 horas, por consiguiente, pasado ese día y esa hora los que estuviesen apuntados, y no fueran deberán de abonar el viaje.
Se recomienda por parte de la Federación y de esta Junta Directiva, no arrojar basura, ni papeles, ni nada que contamine el Medio Ambiente, allá por donde pasamos o comamos. socios para hacer su reserva.
Se recogerán avisos, tanto para apuntarse como para efectuar cancelaciones hasta el viernes a las 13 horas, por consiguiente, pasado ese día y esa hora los que estuviesen apuntados, y no fueran deberán de abonar el viaje.
Se recomienda por parte de la Federación y de esta Junta Directiva, no arrojar basura, ni papeles, ni nada que contamine el Medio Ambiente, allá por donde pasamos o comamos.
TELEFONOS DE INTERES:
PROTECCIÓN CIVIL
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112 Y
1006
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GRUPO RESCATE LA MORGAL
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985.771.777
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INFORMACIÓN DE METEREOLOGIA
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985.257.733
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GUARDIA CIVIL DE MONTAÑA |
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Cangas de Onís
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985.848.056
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Carreña
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985.845.004
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Potes
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942.730.007
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Mieres
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985.460.698
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Sabero
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987.718.004
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